Según un informe de la asociación de consumidores Facua, los
recibos de la luz de
los usuarios han pasado de una media de 66,33 euros mensuales en marzo
de 2014 a 74,73 euros el pasado mes. Una diferencia de 8,40 euros que se
traduce en una
subida interanual de 12,7% en el precio de la luz en nuestro país.
Los ciudadanos tienen que hacer frente a unos
costes cada vez más altos
de luz y electricidad sin que esto se traduzca en tener iluminados sus
salones como si fuesen un campo de fútbol. Pero al margen de las
políticas y regulaciones en cuanto a
consumo energético, lo cierto es que ahorrar energía no es sólo cuestión de dinero.
1. Solicita una auditoría energética
Para estar hablando de
ahorrar dinero no parece que lo más adecuado sea recomendar pagar a un
experto para que analice nuestra casa por si hay fugas de aire y para
que compruebe el estado de los calentadores y los aparatos eléctricos.
Pero sí. Es un pequeño
gasto adicional que apenas nos
llevará un par de horas y el auditor señalará las zonas de la casa en
las que se podría mejorar el ahorro de energía proponiendo soluciones.
2. Aísla tu casa
Para conseguir un consumo eficiente de la
energía es importante que controles las posibles fugas de aire que haya
en ventanas, puertas e incluso alrededor de extractores o conductos de
ventilación. “Para determinados escapes es mejor dejarlos en manos de
profesionales, “pero tú también puedes solucionar
algunos y sellarlos con una pistola de silicona o un poco de masilla e
impedir que el aire entre o salga”.
3. Reemplaza las bombillas tradicionales
Las
lámparas halógenas utilizan 10 veces más electricidad que las bombillas
de bajo consumo o las led. Claro, son más caras, pero se amortizan
mucho antes de que
termine su vida útil (entre 8.000 y 10.000 horas). Es uno de los cambios más sencillos que puedes hacer.
4. Pon cortinas y alfombras
Tanto el frío como el calor se
transmiten a través de las ventanas y suelos. Durante el invierno,
utilizar cortinas y alfombras para eliminar los puntos fríos puede
suponer un ahorro de hasta un
25% en la factura de la
calefacción. No hace falta que compres una alfombra persa, varios
estudios han demostrado que el espesor y la amortiguación inferior es
más importante que el tipo de material.
Cuando acaba el frío, puedes conseguir un importante ahorro en aire
acondicionado y uso de ventiladores manteniendo la casa fresquita y
protegida del sol echando cortinas y persianas durante el día y
abriéndolas cuando caiga el sol.
Nuestras acciones podrían tener un gran impacto no sólo en nuestros bolsillos sino también en el medio ambiente
5. Desenchufa siempre que sea posible
Apaga todo aquello que consuma energía cuando no lo estés usando. No vas a
desenchufar la nevera,
está claro, pero sí puedes hacerlo con la pantalla del ordenador o la
televisión cuando te vayas a dormir. En portátiles y otros dispositivos
eléctricos, utiliza el modo suspensión y ellos solos se apagarán por
completo cuando no los toques durante un rato.
6. Date duchas cortas
Sí, el chorro de agua caliente por la
cabeza es relajante, pero no deberías tardar en ducharte más de 7
minutos. Dejarte llevar por las sensaciones agradables y tardar 20
minutos se puede traducir en
cientos de euros al año,
así que, si lo ves necesario para no tardar, empieza a cronometrar
cuánto tardas. Si además tienes la posibilidad de contratar una
facturación nocturna, es mejor que
te duches por la noche y notarás cómo poco a poco baja el consumo de energía en tus recibos.
7. Apaga las luces
Procura hacer un recorrido por tu casa
para asegurarte de que están apagadas todas las luces que no sean
necesarias y, por supuesto, siempre que salgas de una habitación y se
quede vacía, déjala a oscuras. La luz representa el 20% del gasto en
energía de la mayoría de los hogares, por lo que esta pequeña acción se
traducirá en un ahorro real en el transcurso de un año.
8. Lava con agua fría
Los detergentes modernos están
formulados para quitar la suciedad y las manchas aceitosas de la ropa
incluso en agua fría. Además, a estas temperaturas cuidarás mejor los
tejidos y los colores de las prendas aguantarán más tiempo. ¡Todo
ventajas!
9. Baja el calentador de agua
A menudo, los fabricantes de
calentadores establecen la temperatura media del agua en unos 60 grados
centígrados, que es lo suficientemente caliente como para que te quemes,
así como dañino para las tuberías. Bajando la temperatura a unos 40
grados y regulándola con agua fría para fregar o ducharte, notarás como
ahorras energía y dinero.
10. No calientes ni enfríes la casa cuando esté vacía
A todos
nos gusta llegar a casa y que esté a la temperatura ideal. Atwood
recomienda programar el termostato para que empiece a enfriar o calentar
la casa unos
20 minutos antes de que lleguemos. Dejar
la calefacción encendida o el aire puesto durante horas si no vamos a
estar es una de las formas más comunes de desperdiciar energía y
malgastar una gran cantidad de dinero.